2. EL PROBLEMA DEL APRENDIZAJE DE IDIOMAS EN ESPAÑA

  

  En junio de 2010 el Ministerio de Educación elaboró un plan de acción de acción para  la década 2010-2020, en el que se desarrollan una serie de objetivos. 

    Como filóloga francesa, he decidido centrar esta entrada en el análisis del sexto objetivo “Plurilingüismo. Impulso al aprendizaje de idiomas”. 

    Como ya conocemos, incluso de nuestra propia experiencia, la educación en España está lejos de destacar entre las mejores del mundo. De hecho, en algunos ámbitos, como el inglés, nos posicionamos a la cola de la Unión Europea. Las numerosas reformas educativas que se han implantado desde la Democracia han quemado el sistema educativo, los profesores ya no saben cómo dar las clases, algunas asignaturas van perdiendo “prestigio”, los opositores no llegan preparados a los exámenes cuando les modifican la ley unos meses antes… Todas estas circunstancias favorecen un ámbito escolar nada envidiable en nuestro país.

    Volviendo a nuestro interés lingüístico, el Ministerio de Educación planteó una meta a cumplir en el transcurso de diez años, la posibilidad de comunicarse en otros idiomas, tanto en situaciones formales como informales. Es decir, ser capaces de adaptarnos al ámbito de la conversación. 

    Habiendo transcurrido ya la década que el Gobierno se planteó como objetivo, podemos asegurar que no se ha cumplido en la medida que ellos consideraban. Los alumnos abandonan el sistema educativo sin haber alcanzado un nivel mínimo en lenguas extranjeras, y el que lo consigue es porque está concienciado de que son necesarios para enfrentarse a distintas realidades. 

    Seamos sinceros, los idiomas se suelen enseñar mal en España, aunque siempre hay excepciones, y es de ellas de las que se debería aprender. Cómo motivamos a los niños a aprender una lengua nueva, sobre todo en el caso de las segundas lenguas extranjeras que con suerte se empiezan a dar con 10 años. A esta edad, el cerebro no tiene la misma capacidad para aprender idiomas que cuando son bebés y pueden perfectamente conocer varias lenguas y poco a poco dominarlas. 

    En muchos casos, si un estudiante desea tener el control de una lengua extranjera, debe desarrollarla fuera del aula, en su casa viendo series, con música, etc. Al fin y al cabo, el papel autodidacta es imprescindible en el aprendizaje de idiomas, al igual que la inmersión lingüística. Por ello, animo a los docentes a contactar con centros de otros países para hacer intercambios, realizar tandem lingüístico durante todo el curso escolar vía telemática, y otras muchas propuestas que hagan del aprendizaje un conocimiento activo. 






Comentarios

  1. Hola Ana. Gracias por compartir tu visión. Me gustaría saber cómo motivarías a un alumno al aprendizaje de una segunda lengua extranjera.

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    1. Hola, María. Me encanta tu pregunta, la verdad que aun no me lo había planteado pero como ya he dicho en el artículo, he visto varios casos de colegios que interactúan con otros de Francia y haciendo un cuestionario previamente se puede encontrar una pareja afín a cada uno de tus alumnos, lo que motivaría el aprendizaje a través de lo que podría llegar a convertirse en una amistad.
      Otra medida que yo implantaría es tener el libro de texto como un mero apoyo, plantear yo mis propios temas en word o powerpoint para que el contenido esté mejor estructurado y realizar actividades creativas que desarrollen un aprendizaje activo. Además, si hubiese ejercicios de rol, prefiero que salgan a interpretarlos delante de la clase para ponerse en el papel, en lugar de lo típico de hacerlo desde el sitio por parejas.
      ¡Gracias por tu comentario!

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  2. Me encanta tu entrada y estoy totalmente de acuerdo con tu planteamiento. Quería preguntar si opinas igual que otros docentes, sobre que las segundas y terceras lenguas deberían implementarse desde infantil solo en competencia oral, para luego introducir la escritura y finalmente entorno a los 12 años empezar con la gramática. Favoreciendo un desarrollo natural de la lengua, al igual que se aprende la nativa. Siempre he creído que en España hay una obsesión por la gramática y se deja lo importante, que es hablar y escuchar.

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    1. No me lo había planteado de esa manera pero es cierto que me parece muy interesante y favorecería el aprendizaje del francés, por ejemplo, para que los alumnos españoles adquieran más nivel al acabar la enseñanza obligatoria. Gracias por tu comentario.

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